¿Vas a la moda?

¿Hay alguna persona que sea un referente para tu vida?

Recuerdo que cuando era pequeño quería ser como mi papá, como la gran mayoría de los niños. De hecho, a mi padre siempre le han gustado las matemáticas, y desde pequeño eso me llevó a interesarme por ellas. ¡En efecto, lo has adivinado: a mí también me acabaron gustando las matemáticas! =)

Como seres humanos, tratamos de imitar a aquellas personas que tenemos como modelos. Adoptamos aquellas cosas que nos resultan más interesantes de ellas y las integramos en nuestra vida, ya sea su forma de hablar, sus gestos, o su forma de vestir, entre otras.

El modelo por excelencia de nuestra vida es Jesús. La Biblia dice que “cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro” (1 Juan 3:2-3).

Querido(a) amigo(a), cuando estemos en el Cielo le veremos tal y como es, será precioso; pero ahora mismo Él ya se está manifestando a tu vida, cada vez más y más, y eso te hace querer ser más como Él.

Sí, cuanto más le ves con los ojos de tu corazón, más deseas Su pureza en tu vida. Que en este día puedas experimentar el poder de Su Presencia, purificando tu vida, y animándote a dar pasos sabios.

Vamos a orar: “Señor, te doy gracias porque eres mi mayor ejemplo. Te pido que me ayudes cada día a ser más parecido a Ti, y a purificarme a mí mismo en todas las áreas. Quiero cortar de mí cualquier cosa impura, y participar más de tu pureza, Señor. ¡Ayúdame en ello! En el Nombre de Jesús. ¡Amén!”

Te llevo en mi corazón.